En la era de la globalización y el comercio electrónico en auge, la logística se ha convertido en un elemento fundamental para el éxito de las empresas. Una parte crucial de esta cadena logística es lo que se conoce como última milla la cual tiene un impacto significativo en la huella de carbono de las empresas.
La última milla es un eslabón esencial en la cadena de suministro de cualquier empresa que ofrezca productos físicos. Es la fase en la que se establece el contacto más directo con el cliente, por lo tanto, puede marcar la diferencia entre una experiencia positiva y una insatisfacción. Los consumidores actualmente esperan entregas rápidas y eficientes, lo que ha llevado a un aumento en la demanda de servicios de entrega a domicilio.
Desafío medioambiental
Las empresas que se dedican a las entregas a domicilio se enfrentan al desafío de reducir el impacto ambiental de la última milla, tanto por responsabilidad social como por mantener su competitividad en el mercado. Este desafío se debe en parte a que los vehículos de reparto comúnmente utilizados funcionan con motores de combustión interna, lo que puede resultar en emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. Además, la gestión adecuada de los embalajes utilizados en estos envíos es fundamental para evitar posibles impactos negativos en el medio ambiente.
Algunas de las medidas que pueden adoptar incluyen:
Optimización de rutas: Utilizar algoritmos avanzados para planificar rutas de entrega más eficientes puede reducir la distancia recorrida y, por lo tanto, las emisiones de carbono.
Flotas sostenibles: Reemplazar vehículos de combustión interna por alternativas más limpias, como vehículos eléctricos o híbridos, puede tener un impacto significativo en la reducción de emisiones.
Embalajes ecológicos: Utilizar materiales de embalaje reciclables o biodegradables reduce el impacto ambiental de los envíos.
Entregas compartidas: Agrupar entregas a múltiples clientes en una sola ruta puede reducir el número de vehículos en la carretera.
Puntos de entrega cercanos: Establecer puntos de recogida cercanos a los clientes para que puedan recoger sus productos en lugar de recibir entregas individuales.
La adopción de prácticas más sostenibles en la última milla no solo es beneficiosa para el medio ambiente, sino que también puede mejorar la eficiencia, reputación y la satisfacción del cliente. Los consumidores están cada vez más preocupados por el impacto ambiental de sus decisiones de compra y tienden a favorecer a las empresas que demuestran un compromiso real con la sostenibilidad.
Además, la reducción de emisiones puede llevar a ahorros significativos en costos operativos a largo plazo, ya que los vehículos más eficientes suelen tener un menor consumo de combustible y un menor mantenimiento.