El transporte de mercancías peligrosas es clave en la logística global. Desde productos químicos hasta materiales radiactivos, requieren un manejo especial para evitar accidentes y daños ambientales. Para garantizar su seguridad, la Organización Marítima Internacional (IMO) desarrolló la clasificación de tipos de carga IMO.
Esta clasificación se basa en el Código IMDG, que regula el transporte marítimo de sustancias peligrosas. También existen normativas para el transporte terrestre y aéreo, asegurando traslados seguros en cada etapa. En Chile, estas regulaciones son fundamentales para el comercio y la distribución de estos productos. Conocerlas es clave para evitar riesgos y cumplir con la ley.
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¿Qué es la carga IMO y por qué es importante?
La Organización Marítima Internacional (IMO) es el organismo especializado de las Naciones Unidas encargado de regular la seguridad y eficiencia en el transporte marítimo. Dentro de sus regulaciones, estableció el Código IMDG, una normativa internacional que clasifica las mercancías peligrosas según sus propiedades y nivel de riesgo.
El objetivo principal de esta clasificación es minimizar los peligros asociados al transporte de estos materiales. Un mal manejo puede provocar incendios, explosiones o contaminación ambiental. Por ello, cada tipo de carga IMO tiene normas estrictas sobre su embalaje, almacenamiento, etiquetado y manipulación.
Si bien el Código IMDG se enfoca en el transporte marítimo, su influencia se extiende a otros medios, como el transporte terrestre y aéreo. En Chile, diversas normativas locales complementan estas regulaciones, asegurando un control riguroso en cada etapa del traslado de mercancías peligrosas.

Clasificación de los tipos de carga IMO
El Código IMDG divide las mercancías peligrosas en nueve clases, cada una con características y riesgos específicos. A continuación, te explicamos en detalle cada una de ellas.
Clase 1: Explosivos
Incluye productos con riesgo de explosión debido a reacciones químicas inestables. Ejemplos comunes son pólvora, dinamita, fuegos artificiales y municiones. Estas sustancias requieren contenedores especializados y estrictos protocolos de manipulación.
Clase 2: Gases
Comprende gases comprimidos, licuados y disueltos bajo presión. Se subdividen en tres categorías:
- Gases inflamables (como el propano y butano).
- Gases no inflamables y no tóxicos (como el nitrógeno y el helio).
- Gases tóxicos (como el cloro y el amoníaco).
Su transporte debe realizarse en cilindros presurizados y cumplir con requisitos específicos de ventilación y temperatura.
Clase 3: Líquidos inflamables
Sustancias como gasolina, alcoholes, disolventes y pinturas entran en esta categoría. Son altamente volátiles y pueden generar incendios con facilidad. Su traslado exige envases herméticos resistentes a impactos y derrames.
Clase 4: Sólidos inflamables, sustancias auto-reactivas y explosivos desensibilizados
Esta clase agrupa materiales que pueden encenderse espontáneamente o reaccionar peligrosamente con el agua. Ejemplos incluyen el fósforo blanco, el magnesio y los metales alcalinos.
Clase 5: Sustancias comburentes y peróxidos orgánicos
Son sustancias que liberan oxígeno y pueden intensificar incendios. Incluyen nitratos, cloratos y peróxidos utilizados en la industria química y farmacéutica. Su almacenamiento debe evitar la proximidad con materiales inflamables.
Clase 6: Sustancias tóxicas e infecciosas
Aquí se encuentran los materiales venenosos y los agentes biológicos peligrosos, como pesticidas, cianuro y microorganismos patógenos. Su transporte requiere medidas especiales de contención y equipos de protección para su manipulación.
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Clase 7: Materiales radiactivos
Incluye sustancias como el uranio, plutonio y radioisótopos utilizados en medicina y energía nuclear. Su manejo es extremadamente regulado y debe realizarse en embalajes certificados con protección contra radiaciones.
Clase 8: Sustancias corrosivas
Productos químicos que pueden causar daños severos en tejidos humanos y materiales. Ejemplos incluyen ácidos, bases fuertes y productos de limpieza industrial.
Clase 9: Sustancias y objetos peligrosos varios
Agrupa materiales que no encajan en otras categorías, pero presentan riesgos. Incluye baterías de litio, materiales magnetizados y sustancias que generan contaminación ambiental.
Ejemplo de etiquetas de carga IMO.
Arriba: Contenidos radiactivos - Gas bajo presión - Oxidantes - Sólidos inflamables
Abajo: Explosivos - Gases venenosos - Gas inflamable - Sustancias peligrosas varias
Normativas internacionales y su aplicación en Chile
El transporte de tipos de carga IMO está regulado por normativas internacionales y locales que buscan reducir los riesgos asociados a estas mercancías.
Regulación del transporte marítimo
El Código IMDG establece los estándares para el traslado seguro de mercancías peligrosas por vía marítima. Su objetivo es minimizar riesgos y garantizar un transporte eficiente.
Exige el correcto etiquetado, embalaje y documentación de cada carga. Además, establece protocolos de manipulación y almacenamiento para prevenir accidentes en altamar.
Regulación del transporte terrestre
En Chile, la norma NCh 2190 regula el transporte de mercancías peligrosas por carretera. Define requisitos estrictos para vehículos y condiciones de seguridad.
También establece normativas para la señalización, capacitación de conductores y medidas de emergencia. Su cumplimiento es clave para evitar incidentes en rutas nacionales.
Regulación del transporte aéreo
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) aplica la normativa DGR (Dangerous Goods Regulations) para minimizar riesgos en vuelos comerciales y de carga.
Esta regulación establece criterios para embalaje, etiquetado y manipulación de mercancías peligrosas. Su cumplimiento es obligatorio para garantizar la seguridad aérea.
Medidas de seguridad en el transporte de carga IMO
Para garantizar un transporte seguro, las empresas deben aplicar rigurosas medidas de seguridad. Cada etapa del proceso logístico debe estar cuidadosamente planificada para minimizar riesgos y cumplir con las regulaciones vigentes.
Etiquetado y señalización
Cada mercancía debe contar con símbolos y etiquetas que indiquen su nivel de riesgo. Esta identificación visual permite a los trabajadores, transportistas y autoridades saber cómo manipular los productos de manera segura.
El etiquetado debe cumplir con estándares internacionales, como los definidos por la ONU y el Código IMDG. Incluir información clara y precisa facilita el control en aduanas y reduce la posibilidad de incidentes durante el traslado.
Embalaje certificado
Se deben utilizar recipientes diseñados para evitar fugas, reacciones o daños mecánicos. Dependiendo del tipo de carga, los embalajes pueden ser bidones, tambores, contenedores de seguridad o bolsas especializadas.
Cada material debe cumplir con normativas específicas según su clasificación IMO. Un embalaje adecuado protege la carga de factores externos y reduce el riesgo de contaminación o accidentes.
Capacitación del personal
Es fundamental que los trabajadores involucrados en la cadena de suministro conozcan los protocolos de manipulación y emergencia. Un equipo capacitado puede reaccionar de forma rápida y eficiente ante cualquier imprevisto.
La formación debe incluir el uso de equipos de protección personal, procedimientos de carga y descarga, y medidas a seguir en caso de derrames o fugas. Mantener entrenamientos periódicos garantiza un manejo seguro de las mercancías.
Planes de contingencia
Cada empresa debe contar con estrategias de respuesta en caso de derrames, explosiones o fugas. Un plan de acción bien definido permite reducir el impacto de un incidente y proteger tanto a las personas como al medioambiente.
Los planes de contingencia deben incluir protocolos de evacuación, equipos de emergencia y comunicación con autoridades. Tener medidas preventivas bien estructuradas puede marcar la diferencia en situaciones críticas.
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Conclusión
El manejo y transporte de tipos de carga IMO es un aspecto crítico de la logística global. Estas mercancías requieren un cumplimiento estricto de normas y regulaciones para garantizar la seguridad de las personas y el medioambiente.
En Chile, el marco normativo está alineado con los estándares internacionales, asegurando un transporte eficiente y seguro. Comprender y aplicar estas regulaciones es clave para cualquier empresa que opere en el sector logístico.